El Terreno Libre de Gadalia carece de líderes. Sus habitantes se autogobiernan y autorregulan. Los han llamado «las personas más justas del mundo» y «la gente más féliz». Lo cierto es que anteponen el bienestar de la comunidad al personal en toda ocasión y quien no lo hace se encuentra pronto excluido y ve su vida hecha imposible. Si alguien intenta actuar con violencia hacia otra persona en Gadalia puede esperar tener que enfrentarse a todos los habitantes del lugar. Los habitantes se ayudan unos a otros y mantienen su sociedad tal y como está, como creen que es mejor para todos. En ocasiones se crean grupos de gobierno temporales para tareas concretas, pero es más para poder organizarse que para poder reclamar un poder ejecutivo sobre los demás.
Y además están las historias, consideradas cuentos o leyendas, sobre la época en que se separaron de Millia. Se cuenta que los Gadalios estaban siempre vigilados de algún modo por su fundador, y que castigaba a los que actuaban de modo egoista, contrario a la regla de el bien mayor. Estas historias se cuentan a los niños como enseñanzas («Niño, si no te portas bien el Panóptico te castigará»). Algunos extranjeros opinan que el Panóptico puede ser real, pero sus opiniones tienen poca consideración entre los Gadalios.