Prosperidad es probablemente el territorio que menos cambió con la desaparición de los Trelos. Durante el Imperio la actual Prosperidad era el Condado de Nurroc, gobernado por un Conde trelo en nombre, pero realmente regido por su principal consejero, Kleistenes Linus. Kleistenes comenzó como preceptor del Conde en dialéctica, pero aprendía más de lo que enseñaba. Pronto se ganó su confianza y empezó a encargarse de los asuntos que el Conde no quería manejar en persona, que siempre coincidían con los que Kleistenes quería controlar de cerca. Fue su idea renombrar el Condado, y convertirlo de Condado de Nurroc a Condado de Prosperidad. También convenció al Conde para que se hiciera llamar Conde Próspero.
Para los habitantes de Prosperidad, Kleistenes era un gran defensor de sus intereses. Lograba mantener el trabajo más duro sobre los hombros de unos pocos indeseables, liberando a la mayoría de la población.
Cuando el Conde desapareció, Kleistenes siguió gobernando en su nombre. Poco a poco reorganizó el poder, hasta sentar en el trono a un habitante de Prosperidad que se auto proclamó líder adoptando el título de Demosagein o Demagogo, justo como quería Kleistenes. Desde entonces han pasado varios Demagogos por el trono de Prosperidad, y Kleistenes ha permanecido en su puesto, justo tras el trono, dirigiendolo todo, como a las Patrullas Dialécticas que mantienen el orden. El orden que desea Kleistenes, el Gran Demagogo (aunque nadie en Prosperidad le llama así: si alguien lo hiciera, las Patrullas Dialécticas le sacarían de su error).
Kleistenes es un hombre aparentemente normal, que sin embargo lleva vivo mucho más de lo que debería. No parece haber envejecido desde la época del Imperio, aunque pocos en Prosperidad se percatan. A veces se oye comentar que Kleistenes convenció a la propia muerte de que no le llevara, pero obviamente todos lo toman por sólo una divertida exageración, así que se limitan a reir para brindar a continuación por el actual Demagogo.