Históricamente las islas de Noah se integraron menos que el resto de territorios en el Imperio Trelo. En primer lugar fueron las últimas tierras de la faceta en ser conquistadas; en segundo, cruzar el mar no es algo que agrade a un Trelo, así que pasaron casi todo el tiempo con gobernadores locales que se presentaban periódicamente ante el Duque. En varias ocasiones se produjeron intentos de secesión por parte de alguna de las islas, pero las rebeliones fueron siempre rápidamente sofocadas.
Las islas tardaron más que otros lugares en notar la ausencia de sus señores Trelos, pero tras enterarse fueron rápidas en separarse. La mayor de las islas, la Isla de Ix, está actualmente dividida en dos territorios. El más importante de ellos es la Daemonocracia de Ix.
Los demonios (o daemon) son los seres de la misma categoría que el Demiurgo: seres externos a la realidad. El gobernante de la Daemonocracia es el Kosmokratos, quien afirma ser un «hermano» del Demiurgo, que ha tomado forma en el mundo para seguir su obra. El Kosmokratos lleva gobernando la Daemonocracia mucho tiempo y se mantiene con su mismo aspecto joven y andrógino, pero básicamente humano. Ha demostrado grandes poderes en muchas ocasiones, aunque no parece, pese a lo que afirma, estar siguiendo ningún plan de acción concreto para el mundo, y se limita a vivir con comodidad.
La sociedad de la Daemonocracia es una de las más religiosas de Noah y, de hecho, poseen un sentimiento religioso y unas ideas sobre el más allá únicas.
El Kosmokratos ha mantenido una relación extraña con Trelonia, desde el momento en que les dejó todo ese territorio (casi media isla) a un grupo de estudiosos que le solicitaron un país en el que poder continuar sus investigaciones. Desde entonces les ha concedido muchas ayudas y, aunque técnicamente Trelonia es un estado vasallo de la Daemonocracia, no parecen ofrecer ningún tipo de tributo, al menos no uno tangible.