Hace mucho tiempo, antes incluso de la llegada de los Trelos, los estados actuales de Millia y Gadalia formaban un único territorio, Bendjam. Fundado tras una larga y dura campaña de rebeldía, Bendjam fue unido siempre a la vida y personalidad de su fundador, Bendjam Yer-Imi. Aunque Bendjam no fue la única cabeza de la revolución, hacia el final se había convertido en el líder fundamental. Pese a que no lo deseaba, se nombró al país del nuevo orden en su honor Bendjam, y se colocó a Yer-Imi de Máximo Guía.
Bendjam creó un código ético y legal sencillo, pero de basto alcance, al que llamó “Principios de la Moral y la Legislación”. El objetivo del estado, y de cada habitante del mismo, debía de ser alcanzar la mayor felicidad para el mayor número de personas.
Tras la muerte de Bendjam, el estado no tardó en sufrir tensiones y divisiones internas. Finalmente se formó un nuevo código, “Nuevos Principios de la Moral y la Legislación”. Poco después llegaron los Trelos.
Desde su toma de poder, el Duque de Noanorenor se mostró abiertamente opuesto a los Nuevos Principios de Bendjam. Prohibió su difusión, castigó a sus defensores, e intentó con especial saña acabar con las ideas más opuestas a los conceptos casi religiosos que tanto gustaban al Duque.
Tras la desaparición de los Trelos, Stjuuet Yon-Mil reconstruyó los Nuevos Principios. Sin embargo, la mayoría de ellos se habían perdido, y Yon-Mil los completó según sus propias ideas, mejorándolos en su opinión en los puntos que claramente habían quedado anticuados. Así dio a conocer su obra, “La Moral de la Utilidad”.
Semejantes a los Principios de Bendjam, las guías que presenta la Moral de la Utilidad se diferencian en algunos aspectos. Sigue siendo el objetivo de todos buscar la mayor felicidad de la mayoría, pero no toda felicidad se considera igual. Los placeres intelectuales son declarados totalmente superiores a los físicos. Según Yon-Mil, los gobernantes deben dar total libertad a los habitantes de su país, poniendo el límite en que no se permita causar daño a otros, incluido eso sí el daño por omisión. Esta libertad, sin embargo, no es extensible a toda persona: quienes no puedan gobernarse bien personalmente (según Yon-Mil, seguramente debido a un inadecuado desarrollo intelectual), deben ser llevados con estricta mano dura hasta que aprendan. Sólo así conseguirán una posibilidad real de alcanzar la felicidad.
Aunque no fue inmediato, el antiguo territorio de Bendjam aceptó de corazón La Moral de la Utilidad como modo de reclamar la identidad que el dominio Trelo le había robado. Se declararon independientes del Imperio y se fundaron en Millia, en honor de su ideólogo Yon-Mil. No mucho después tuvieron que lidiar con la independencia de Gadalia, que simplemente dejó de aceptar sus normas considerando que se habían alejado de las metas de Bendjam Yer-Imi.